¡¡Estoy de vuelta después de un largo tiempo atrapada en el mundo real!! y estoy feliz de poder tener mi espacio para volver a encontrarme con mis amigos vituales.... Gracias por los mensajes y comentarios recibidos....
Les quiero contar algo que desde hace poco da vueltas en mi cabeza (entre tantas otras cosas), a si que aquí va...
Toda mi vida viví en casa, pudiendo disfrutar de la vida de barrio que ahora ya es tan difícil de encontrar…
Hace algunos años nos cambiamos con mi familia a un departamento, cosa que me hizo conocer nuevas costumbres para vivir, porque es totalmente diferente vivir en casa o en departamento, los ruidos son distintos, la sensación de seguridad y protección son distintas y la privacidad es distinta…, y en este punto me quiero detener, en el tema de la privacidad propia y del resto.
Durante el tiempo que viví en casa nunca me preocupé de cosas como que al cambiarme de ropa "alguien pudiera estar mirando desde alguna ventana vecina" y tampoco se daban las codiciones para que uno (o sea yo) llegara a ver lo que pasaba dentro de otras casas… Cuando llegué a vivir al departamento de mis padres, de a poco fui haciéndome la idea de lo factible que es que desde la ventana de cualquier otro edificio de alrededor alguien estuviera mirando, en cualquier momento, por lo que el tema de pasearse en “paños menores” o de fretón sin ropa, era algo que debía empezar a pensarse más estratégicamente.…. Sin embargo, aún no sabía que mi situación era todavía, hasta cierto punto, “privada”, ya que el lugar donde vivíamos permitía una distancia prudente entre edificio y edificio, por ende, la “invasión” no era taaanta.
Hace algunos meses me independicé con mi hija, y vivo en un barrio bonito pero bastante más reducido en espacio, por lo que la cantidad de edificios que me rodean es bastante mayor, y la cercanía de sus ventanas a las mías también….
Con el paso del tiempo ha ido surgiendo todo un tema con esto del “voyerismo”, por un lado reconozco unas ganas locas de conseguirme unos binoculares para hacer un “reconocimiento de barrio” y echar una miradita (lo prometo…una no más), y por otro lado, he tenido que aprender a reservarme más en la manera en cómo ando en mi propia casa…porque siempre puede haber alguien mirando.
Al pasar el tiempo en mi nuevo hogar, he decidido relajarme con respecto al tema y aceptar que, probablemente, habrán otros que me mirarán anónimamente en algún momento, pero que por salud mental hay que relajarse, sobretodo en verano, y eso lo comprendí ayer, cuando al quedarme practicamente el día completo en cama flojeando despues del año nuevo…., intenté cerrar las cortinas de mi pieza para no quedar tan expuesta, y el calor fue tal que al borde de la asfixia tiré todo el recato a la mierda y decidí dejar que me mire el que quiera, pero tengo derecho a estar en pijama (por muy chico que sea) en mi propia casa si tener que morir de calor y ahogada por deber tapar la ventana por si algún curioso me ve……
A si que desde hoy decidí relajarme, evidentemente no se trata de perder la compostura, pero es una cuestión de calidad de vida, a si que si alguien ve algo… pues que lo disfrute y no me moleste!…¿o no?
;)
Un beso,
Soltaire
Muchas veces se habla de lo difícil que es ser mujer por las cosas “externas a ella” a las que debe responder, como los roles, expectativas, demandas, etc,etc,etc…. Pero hoy pienso en lo difícil que es ser mujer y lidiar constantemente, y durante toda la vida, con nuestro interior, con nosotras mismas. Sí, me refiero ni más ni menos que al ¡maldito cóctel de hormonas que tenemos dentro!
